
«El secreto de la buena escritura es reducir cada frase a sus elementos más sencillos. Cada palabra que no cumple una función, cada palabra larga que podría ser una palabra corta, cada adverbio que no enriquece el significado del verbo, cada construcción pasiva que deja al lector sin saber quién está haciendo qué… Éstos son los mil y un adulterantes que debilitan la fuerza de una oración».
He leído muchos tratados y consejos acerca de los secretos de una buena redacción literaria, pero pocas síntesis tan simples y precisas como ésta que el periodista y escritor estadounidense William Zinsser incluyó en su libro On writing well (1976). Tan certera que creo debería figurar bien destacada en un post-it en el espacio de trabajo de cualquiera de los que nos dedicamos a esto de juntar letras, da igual que seas periodista, ensayista, guionista, blogger, copywriter, storyteller o autor de ficción. Y, en general, de cualquiera que quiera mejorar su destreza en algo tan cotidiano y esencial como es la elaboración de un texto.
El próximo 12 de mayo se cumplirá un año de la muerte de Zinsser, que dejó un legado de 18 libros, en su mayor parte dedicados a la teoría y técnicas de redacción. También este año se celebra el 40 aniversario de la primera edición de On writing well, que desgraciadamente creo que aún no ha sido traducido al español.
En cualquier caso, si quieres profundizar algo más en la obra de este lúcido profesor que ha contribuido ampliamente a mejorar las habilidades de varias generaciones de escritores, lo que evidentemente te recomiendo, aquí te dejo algunos enlaces de interés:
- William Zinsser – Página oficial (en inglés)
- 20 inspiring quotes from William Zinsser’s On writing well (en inglés)
- 10 consejos sobre escribir del legendario William Zinsser (en español)
- On Writing Well – William Zinsser (en español)
Vía: Blogging Pro
2 comentarios
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Efectivamente el lenguaje en literatura debe servir para sumar en la historia, no para restar. A veces un lenguaje rebuscado lo único que consigue es que te olvides de lo que se está contando.
Siempre, siempre, hay que buscar esa palabra exacta de la que hablaba Flaubert.
De todos modos, es diferente la escritura profesional. Yo creo que en la escritura creativa hay que dedicar un 70% del tiempo a pensar, leer y aprender qué se va a decir. La escritura profesional es distinta y en ella se busca más la precisión como resultado.